Transcurrido un año desde la aprobación en les Corts -con un porcentaje de diputados inferior al 60%- de la Ley de Liquidación que extinguía Radio Televisió Valenciana (RTVV) y sus emisiones, Unión Latina de Economía Política de la Información, la Comunicación y la Cultura (ULEPICC) quiere hacer un breve balance de aquella decisión del 27-11-2013 y un llamamiento a la refundación de RTVV desde cimientos de servicio público.
Durante todo este tiempo la ciudadanía valenciana se ha visto privada de un activo público polivalente: un servicio público de información de proximidad para la conformación de una opinión pública democrática; una programación vinculada al territorio; un vehículo de desarrollo de la cultura valenciana imprescindible para una normalización lingüística; y un soporte para una producción audiovisual propia y de la industria audiovisual cercana.
Ciertamente RTVV, en la mayor parte de sus etapas, no fue precisamente un dechado de virtudes de independencia, de gestión, programación o información. Pero lo llamativo es que quienes la habían hecho degenerar tomaron la decisión del cierre cuando en su breve última etapa, la del SAU y la marca Nou, parecía posible recomponer un cierto pluralismo. RTVV era regenerable y su desaparición una pérdida de capital colectivo.
Además, aquella decisión fue profundamente errónea, injusta y antidemocrática: envió al paro a 1.628 trabajadores y trabajadoras de RTVV SAU y liquidó alrededor de 3.000 a 5.000 puestos de trabajo directos e indirectos de la industria audiovisual valenciana cuyo tejido ha hecho desaparecer literalmente; paralizó unas costosas instalaciones en las que como patrimonio material e inmaterial la ciudadanía había invertido 620 € per capita a lo largo de esos años; cuestionó el valor de un servicio público; y para colmo de los absurdos el coste del cierre –indemnizaciones, deuda…- ha sido muy superior al coste de su mantenimiento con un plan de reestructuración.
La Comunidad Valenciana no puede permitirse ya el lujo de carecer de una RTV pública tanto por razones de idioma, cultura, participación, conocimiento, opinión pública y vinculación social, como por razones de información específica y de programación y de producción propias.
Pero sería un flaco favor al respecto el montaje preelectoral de una RTV de circunstancias cuando lo que se necesita, para no repetir errores, es un debate público sobre las misiones y utilidades de un Servicio Público de RTV de la Comunidad Valenciana: su naturaleza, misiones, tipo de contenidos, gestión, participación.
Parecería conveniente la revisión general del sistema comunicativo valenciano, simultaneando en la siguiente legislatura una nueva ley de la Comunicación y del Consell de l’ Àudiovisual y una nueva Ley de RTVV que contemple un Consejo de Administración despartidizado y una Dirección General desgubernamentalizada. Sería un aval en esa dirección una plataforma unitaria que, de la manera más consensuada posible, impulse el resurgimiento de sus cenizas de RTVV como una RTV de calidad e independiente.
Unión Latina de Economía Política de la Información, la Comunicación y la Cultura (ULEPICC)
27-11-2014